lunes, 26 de diciembre de 2011

  La gente ve resignación a esas alturas. Pero nadie se resigna al sufrimiento, o los golpes de la vida, los que son tanto físicos como emocionales. Es simplemente por eso que yo sigo viendo dolor, miedo, pena y encierro en esas cuencas sin ojos, en esos brazos delgados, en esas piernas que no podrán volver a levantarlo. Estoy viendo a un alma plasmada en materia inerte pero que al mismo tiempo es tan real... porque mucha gente estuvo así, porque a mucha gente la torturaron hasta la muerte sin motivo más que la ira infundada de un grupo de hombres que querían "hacer historia". "Hacer historia"... qué excusa patética. Esa gente mataba por el placer de matar, los muy hijos de puta. Y nadie hacía nada al respecto, se limitaban a seguir con sus culos apoyados en enormes sillones al lado de una chimenea en una mansión llena de gente que se desvivía por sus caprichos. Y de esa gente termina hecha la sociedad: de personas opresoras que te cagan a tiros si no haces lo que te dicen, si no pensás como ellos.
  Hay gente que te dice que eso sólo pasaba antes. En los días de la dictadura, o cuando las mujeres usábamos corsé y miriñaque. Pero eso no es cierto. La opresión sigue estando, aunque muy bien disimulada. Las mujeres seguimos oprimidas, aunque todos lo pasan por alto. Sólo el que de verdad ve se entera, porque está en frases como "No hagas eso, es de hombre" cuando en el mismo caso se puede decir "No hagas eso, porque es maleducado, descortés o simplemente porque queda mal". Pero cuando uno dice que no hay que ser machista te dicen que no lo son, porque el machismo para ellos es tener más derechos que las mujeres (gracias a Dios que eso ya no pasa acá). Cada vez que planteo la idea me callan. Tal vez por eso nadie hace nada, porque lo callan. Pero si no podés pelear por tus ideales, ¿cómo esperar un cambio?

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