lunes, 26 de diciembre de 2011

  La gente ve resignación a esas alturas. Pero nadie se resigna al sufrimiento, o los golpes de la vida, los que son tanto físicos como emocionales. Es simplemente por eso que yo sigo viendo dolor, miedo, pena y encierro en esas cuencas sin ojos, en esos brazos delgados, en esas piernas que no podrán volver a levantarlo. Estoy viendo a un alma plasmada en materia inerte pero que al mismo tiempo es tan real... porque mucha gente estuvo así, porque a mucha gente la torturaron hasta la muerte sin motivo más que la ira infundada de un grupo de hombres que querían "hacer historia". "Hacer historia"... qué excusa patética. Esa gente mataba por el placer de matar, los muy hijos de puta. Y nadie hacía nada al respecto, se limitaban a seguir con sus culos apoyados en enormes sillones al lado de una chimenea en una mansión llena de gente que se desvivía por sus caprichos. Y de esa gente termina hecha la sociedad: de personas opresoras que te cagan a tiros si no haces lo que te dicen, si no pensás como ellos.
  Hay gente que te dice que eso sólo pasaba antes. En los días de la dictadura, o cuando las mujeres usábamos corsé y miriñaque. Pero eso no es cierto. La opresión sigue estando, aunque muy bien disimulada. Las mujeres seguimos oprimidas, aunque todos lo pasan por alto. Sólo el que de verdad ve se entera, porque está en frases como "No hagas eso, es de hombre" cuando en el mismo caso se puede decir "No hagas eso, porque es maleducado, descortés o simplemente porque queda mal". Pero cuando uno dice que no hay que ser machista te dicen que no lo son, porque el machismo para ellos es tener más derechos que las mujeres (gracias a Dios que eso ya no pasa acá). Cada vez que planteo la idea me callan. Tal vez por eso nadie hace nada, porque lo callan. Pero si no podés pelear por tus ideales, ¿cómo esperar un cambio?

sábado, 24 de diciembre de 2011

Fragmento de las ideas de una mente retorcida.

  Txus Di Fellatio, el Príncipe de la Dulce Pena, dice "Escribo, esquivo y callo, y a menudo lloro en un folio. Mis lágrimas son tinta y no hallo mejor ataque que un poema ante tanto olvido, ante tanta pena". Claramente, este fragmento habla de liberación (en este caso, a través de la literatura) ¿Es esto verdad para todos, o sólo para los artistas? Al menos para mí lo es, mi libertad suele ser un papel... o una persona en especial. Confianza. Qué cosa jodida. Cómo cuesta respetarla, pero forzarla es definitivamente una muy mala idea. Fuerza, eso es lo que se necesita, y paciencia, para poder disfrutarla de la mejor manera.
  Volviendo al tema "principal" (si es que se lo puede llamar así, porque me voy tanto por las ramas que no hay un tema específico, solo uno inicial), ¿existe la absoluta liberación por medio de un papel?¿O, mejor dicho, la liberación? Me refiero en el sentido en el que algo siga ahí pero no te pese más. Porque por leve que pueda ser el acto cometido, siempre va a existir algo que te haga sentir culpable e impida tu absoluta liberación. Con respecto a las preguntas, creo que tengo la respuesta, al menos la que es correcta según mi criterio: sí. La liberación se puede obtener "limpiando" el error cometido y eliminando de esta manera la culpa. Además si la otra persona (incluso entidad) víctima del error, aunque sea uno mismo te perdona, ya tenés la mitad del camino recorrido.
  Este fragmento está un poco editado de su versión original, pero lo siguiente lo voy a citar textualmente: "(...)ahora siento la necesidad de seguir escribiendo, parar se siente 'mal'. Y aún ahora, que no sé que poner, quiero seguir" Ahí está mi liberación, la encuentro cuando no puedo soltar la lapicera, o dejar de presionar las teclas.
  Lo mejor a las dos o tres personas que lean el blog, espero que encuentren pronto su libertad.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Nostalgia,
el vive en mí.


Siempre es, siempre será.


Las memorias se escurren,
entran en mi sangre.


El fin llega.
El fin llega.


Pronto todos seremos máquinas,
el fin llega.


Vuelve.


Nos quemaremos en nuestra ignorancia,
te necesito aquí.


Cierra mis ojos,
evita que muera.


Sólo soldados en esta guerra,
el fin llega


Silencio.
El fin ha llegado.


A Julio E, el poema prometido.

jueves, 8 de diciembre de 2011

A veces simplemente siento el incomparable impulso de escribir, dejar mi esencia fluir y volverse tinta, mientras las palabras me vuelven libre. Hoy es uno de esos días, y pretendo disfrutarlo hasta el final.

domingo, 4 de diciembre de 2011

"funcionamos como espejos..somos lo que queremos y nos ecnontramos en el otro en cada buena acción" -Karina Zeni

viernes, 2 de diciembre de 2011

Huele a frituras. Un gato negro asoma entre la basura. A los pocos segundos aparece otro. Se miran con fiereza, pues han localizado la fuente del exquisito aroma. Lanzan un maullido cuyo eco resuena como el grito de guerra de un cazador oculto. La batalla es mortal, pues ambos están agonizando por la desnutrición. Uno de ellos queda rengo, pero no se rendirá. El combate le deforma hasta darle una apariencia grotesca, como si fuese un zombie. Ambos se detienen súbitamente, los sentidos agudizados. Pasos apresurados. Un gigante aparece, armado con un palo con extraños pelos en la punta. A ambos gatos se les eriza el pelo y un maullido aterrado aflore de lo más profundo de su ser. Ahora la pelea es contra un enemigo más poderoso. Ambos saltan al ataque. Uno se prende a su costado, el otro sobre su pierna. La sangre comienza a chorrear, el melenudo mastodonte aúlla. Entre los dos lo hacen caer; siguen alerta, más no se levanta. Deciden compartir las ganancias. El primer gato arranca piel de su mano mientras el segundo muerde su cuello. Las frituras han sido olvidadas.